La pantalla TFT de Samsung S5530 tiene un tamaño reducido. Mide 2,2 pulgadas y ofrece resolución QVGA, es decir, de 240 x 320 píxeles y 256.000 colores de profundidad. Carece de tecnología táctil, como era de esperar. El acceso a los contenidos del dispositivo está constituido por entero por controles físicos. Debajo del panel hay un trackpad direccional para desplazarse por el menú. Tiene una curiosa forma pentagonal, aunque con acabados curvos. Se acompaña de otros cuatro botones de acceso directo a diferentes funciones. Dos de ellos son los clásicos habilitados para efectuar, recibir, rechazar o finalizar llamadas, mientras que los restantes activan las opciones que aparecen a la derecha y a la izquierda de la pantalla.