Después de más de tres años, me lo cambian en la empresa. En este tiempo han evolucionado mucho los teléfonos; pero aseguro que para el trato intensivo (incluidas algunas caídas al suelo) dudo que otros hubiesen aguantado igual. Tiene algunos momentos de saturación del software; pero como todos los ordenadores, alguna vez dan algún fallo: apagar y volver a encender para que se corrija todo.
Y después de más de tres años con la misma batería, normal también que vaya teniendo sus limitaciones.
Ahora estoy esperando un Lumia 620, porque lo quiero para poder seguir llevándolo en el bolsillo y no me voy de Nokia.